lunes, 7 de marzo de 2011

Oneshot Ohmiya

Título: Visita al sexshop
Pareja: Ohmiya
Rating: R por menciones de cosas...

Este fic es una especie de historietilla sacada de un fic que estoy escribiendo Ohmiya en el colegio y ya que no hay por qué leerse el que sigo escribiendo para entender este pues he decidido subirlo.






Básicamente así son los personajes de la historia del colegio aunque he de decir que Nino es unos meses mayor que Ohno y están en la misma clase. Y sí, Nino es rubio en la historia xD.



Oneshot

Entró a la tienda con indecisión y bastante sonrojado. Sin mirar al dependiente se perdió entre las estanterías. Buscaba algo cuyo precio fuese menor a 10000 yenes ya que era lo que tenía ahorrado. Con un suspiro fue en la búsqueda, notando la mirada curiosa del dependiente en su nuca.

Por fin halló algo que le llamaba la atención. Se inclinó un poco mirando los botecitos uno a uno, estudiándolos meticulosamente, hasta que el ruido de la puerta abriéndose llamó su atención pero siguió mirando al ver que quién había entrado era un señor obeso que solo iba a comprar alguna película porno. Tras unos segundos más, la puerta volvió a abrirse pero su vista no se quitaba de los botes de la estantería.

-Pensaba que hoy ya no vendrías.- Preguntó el dependiente al recién llegado.

-Sabes que todas las semanas vengo…- Suspiró el chico, apoyándose en el mostrador.- ¿Qué es eso que tienes ganas de enseñarme?

-¡Cierto! Espera un momento...- Miró por debajo del mostrador y sacó un bote rojo, dándoselo al rubio.

-Lubricante efecto calor extreme…- Leyó en el bote, girándolo un poco.- no creo que mi novio quiera usar esto…-Susurró, suspirando de nuevo.

-Oh venga… Nino…- Contestó en voz flojita con tono confidente.- Seguro que te ruega desesperado que te lo zumbes.

-Yo a mi novio no me lo zumbo, baka.- Lo miró mal por un segundo y volvió su vista al bote.

-Vale, vale… le haces el amor… ya lo sé. ¿Cuándo me lo vas a presentar?- Sonrió intentando convencerle.

-Nunca.- Contestó simplemente, dándose la vuelta acercándose a uno de los estantes y mirando al lado del otro chico los lubricantes normales.

Levantó la vista, poniendo morritos sin saber muy bien cuál elegir y miró hacia el lado, para ver al chico que se había colocado a su izquierda. Abrió mucho los ojos al darse cuenta de quién era y se sonrojó sin saber qué hacer. Nino en cambio, notó la mirada sobre él y giró la cara para ver al chico, sorprendiéndose al verle.

-¡Satoshi!- Le llamó aún sin salir de su asombro.

-Kazu…h-hola… ¿Qué haces aquí?- Sonrió un poco, nervioso.

-Pues… siempre vengo aquí, Toshi… soy yo quien compra los lubricantes.- Le devolvió la sonrisa.

-¿Os conocéis?- Se acercó el dependiente y a Nino se le escapó un suspiro.

-Si, nos conocemos. Ahora, voy a ver que lubricante comprar ¿vale?- Miró al dependiente advirtiéndole.

-Entonces… ¿no vas a comprar el de efecto calor? De seguro que tu novio no se arrepentirá, ¡no dejará de gemir de placer, Nino!- Se rió con fuerza.


-P-Podrías comprárselo a tu novio, Kazu…- Dijo en voz baja Ohno, muy sonrojado y sonriendo levemente.

-¿De verdad?- Sonrió ampliamente y echó una ojeada a lo que Ohno estaba mirando, sonriendo de medio lado al ver los lubricantes especiales para sexo oral.- y… cómprale a tu novio uno de esos, seguro que le encanta.- Se mordió el labio al ver el sonrojo de su novio y se alejó, yendo a la caja para pagar por el lubricante.

-Ese chico es bastante mono, ¿no crees?- Preguntó el dependiente mientras se metía detrás del mostrador.

-Está pillado.- Miró de nuevo mal al dependiente.

-Pero… tiene suerte su novio. Me haría gay por ese culo.- Sonrió lascivamente el dependiente que no dejaba de mirar en dirección a Ohno logrando que Nino girase la cabeza observando perfectamente el culo de su novio que estaba inclinado hacia delante, buscando algún lubricante de su agrado.

-Ese culo es mío.- Miró con seriedad al dependiente que abrió los ojos sorprendido.

-Nino, tu mismo has dicho que está pillado. No me digas…que… ¿sois amantes? No me lo esperaba de ti Nino…-Abrió la boca, tapándosela con una mano. Nino cabreado se dio la vuelta y se acercó a Ohno haciendo que se irguiése para rodearlo por la cintura con sus brazos, pegándolo a él. Acercó sus labios a los de su novio, besándolo con pasión, moviéndolos rítmicamente y adentrando su lengua en la cavidad del menor, recorriéndola con la lengua mientras que sus manos bajaron hasta el culo de Ohno, apretándolo suavemente. Se separó de él, dándole un pequeño beso, dejando a Ohno sin palabras y muy sonrojado. Nino volvió a acercarse al mostrador, pasándose la lengua por los labios.

-Es mi novio y yo soy su novio, y ese culo es completamente mío, y yo soy el único que puede disfrutar de la vista. ¿Te queda claro? Ahora cóbrame esto, antes de que me enfade de verdad.- Colocó el lubricante delante del dependiente que lo pasó por el infrarrojo.

-Tranquilo Nino, lo he captado… pero es que…- Se le iban los ojos sin poder evitarlo hacia el chiquillo que parecía haber encontrado el producto perfecto.

-Mi cara no está allí, no sé si te habías dado cuenta de ese detalle.- Entrecerró los ojos mirando al dependiente, pensando en mil formas de asesinarlo.

-Perdona, perdona.- Intentó sonreírle inocentemente mientras que Ohno se acercaba a ellos.- 3000 yenes Nino.- El rubio sacó su cartera y miró en su interior buscando los billetes y tendiéndoselos mientras que Ohno dejaba el botecito delante del dependiente para que lo pasara.

-Supuse que cogerías ese.- Le sonrió Nino a su novio mirando el lubricante de color rosa.

-Hai… era el primero en mi lista…-Susurró sonrojado, con la vista fija en el botecito. Abrió los ojos sorprendido cuando Nino besó su mejilla para luego sonreírle ampliamente.

-Baka, es fácil conocer tus gustos.- Nino cogió el lubricante que había cogido Ohno y se lo pasó él mismo al dependiente que lo pasó por los infrarrojos.

-Son 2500 yenes, precioso.- Le guiñó un ojo a Ohno que desvió su mirada hacia abajo, sacando la cartera y empezando a sacar moneditas. Nino volvió a atravesar con la mirada al dependiente para suavizarla después al ver lo adorable que se veía Ohno inmerso en la búsqueda.

-Ya está…-Susurró para sí, dejando el billete y el montón de monedas encima del mostrador, sonriendo orgulloso. Nino no pudo evitar besarle en la mejilla y sonreírle.

-Hacéis una bonita pareja.- Asintió con su cabeza el dependiente, sonriendo al ver la muestra de cariño de Nino.- No podía imaginarte dulce, no sé por qué… -Se rió el dependiente, mirando al rubio.

-Será porque solo lo soy con Satoshi.- Lo rodeó bien de la cintura, pegándolo todo lo que puede a él mientras que el menor cogía el ticket del lubricante.

-¿Nos vamos?- Preguntó sonrojado, Ohno a su novio.

-Claro, ya nos veremos.- Movió su cabeza hacia el dependiente, despidiéndose.

-Puedes volver cuando quieras, bueno… cuando queráis ambos…- Sonrió ampliamente mirando el culo de Ohno, disimuladamente.

-¿T-Te lo puedes llevar tú?- El menor miraba la bolsa, sonrojado.

-¿Por qué? Lo has comprado tú.- Acariciaba su costado suavemente con la mano, no dejando que se alejase de él.

-Pero… es que si mi madre lo ve…- Se mordió el labio, sonrojado, tendiéndole la bolsa.

-Vale, vale. Me lo llevo yo.- Sonrió. Cogió la bolsa y le dio un beso en la sien.- Tu madre puede poner el Santo al cielo ¿no?- Se empezó a reír suavemente hasta que notó un golpecito en el hombro.

-No te rías… sabes perfectamente que mi madre no sabe sobre esto- Susurró señalando las bolsas que llevaba Nino.

-Ya lo sé.- Elevó la bolsa mirándola, sonriendo.- No puedo esperar a probarlos.- Se pasó la lengua por los labios, mirando de reojo a su novio.

-Bueno, c-cuando quieras…- Susurró muy flojito.- ¿Vamos a tu casa?

-Sí, no hay nadie ahora.- Sonrió de medio lado, parándose. Atrajo a Ohno hacia él, besándole con pasión, apretando la mano en su cintura.- No sabes, cuánto te quiero, Satoshi.- Le sonrió separándose de él, no sin antes darle un pequeño besito en los labios.

-Y yo… a ti, Kazu…- Se pasó la lengua por los labios, sonrojado. Siguió a Nino cuando éste comenzó a andar.

-¿Te apetece una película?- Agarró la mano de Ohno, apretándola suavemente.

-Sí… me apetece estar en el sofá.- Sonrió Ohno, pegándose más al rubio.

-A mí también me apetece.- Miró para otro lado, sonriendo de medio lado volviendo a desviarla para mirar a Ohno.- Quédate a dormir.

-Llamaré a mi madre en cuanto lleguemos.- Le respondió, sonrojado haciendo que Nino sonriese ampliamente.

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